“Al lado de la mujer estaba, con un enorme crucifijo, el párroco del pueblo relatando a los asistentes los numerosos delitos de brujería que había cometido. Entre ellos, se le acusaba de haber maldecido a Black Forest con una plaga diabólica.
-¡Yo no he matado a nadie! ¡Si es al demonio al que buscáis está entre vosotros!”
black forest, la niebla