Sin duda la explotación de las minas fue motivo de júbilo para la población de Black Forest durante décadas. Atrajo a nuevos inversores, más mano de obra, más beneficios, mejores carreteras, profesionales, maestros. Hubo un momento en el que se llegó a creer que superaría a Herish en riqueza y se colocaría en la cabeza del país en cuanto a poder adquisitivo y nivel de vida.
Hasta que la muerte, silenciosa, inmisericorde, como una serpiente, comenzó su avance entre los habitantes . Elegía a sus víctimas indiscriminadamente, no importaba la edad, la posición social, nada. Una terrible epidemia de jaquecas, anemias, cólicos y dolor asedió la comunidad. Los cadáveres se amontonaban hasta el punto en el que la falta de tumbas en el cementerio provocó la búsqueda de espacios alternativos. El bosque fue tomado por las lápidas. Cientos de nombres se alzan entre los árboles en recuerdo de aquellos tiempos tan oscuros.