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                              **DISCLAIMER**
Esta novela contiene palabras malsonantes, consumo de drogas y escenas de violencia y/o abuso.

Anteriomente>>CAPÍTULO 16

BLACK FOREST, LA NIEBLA

Capítulo 17

“Hemos llegado”

Panic Station

2011, Black Forest.

Los latidos de su corazón golpeaban tan fuerte su caja torácica, que daba la impresión de que el órgano huiría dejándolo solo y desvalido. Andaba de un lado a otro de la verja retrasando el momento todo lo posible. Su instinto de supervivencia le rogaba que corriera por su vida, que se fuera lejos y no volviera nunca. Sin embargo, algo le retenía allí y poco o nada tenía que ver con la insistencia de su madre en ser un chico educado que pide disculpas.

Fijó la vista en las ventanas del castillo. No había luz. “¿Los vampiros necesitan luz?”. Pensó. Los iris enrojecidos volvieron a sus recuerdos. Y el frío… ese frío que les rodea…

-Sam.

Sam dio un salto a un lado. Su mano se posó automáticamente en su pecho.

-¡Gabriel!-Dijo tratando de recuperar su pulso normal, o casi normal.

-No están en casa. Si estuvieran ya se habrían dado cuenta de que estamos aquí, al menos Katrina sí lo habría notado.

-¿Qué haces tú aquí?

-He venido a ver a Hans…

-¿Hans? ¿El padre de Katrina?

Gabriel suspiró. Se le quedó mirando como si la respuesta fuera obvia.

-Sam… Hans no es su padre…

Sam se quedó en silencio ¿Sabía algo de Katrina a esas alturas? “Espera…”

-¿Y tú cómo sabes eso?

-Bueno… Conozco a Hans…-Gabriel se mordió el labio inferior dándole al verbo “conocer” un significado nuevo.-Imagino que estás aquí por Katrina ¿No?

-Sí…-Sam se negaba a cambiar de tema tan rápido.- Oye Gabriel… aunque no sea su padre… es muy mayor para ti.

Gabriel rio con el comentario.- ¿En serio? Katrina es mayor que él…

-¿Pero cómo sabes todo eso?

-Vamos que Katrina lo ha ocultado bastante mejor.-Dijo con una media sonrisa.- Creo que sé donde pueden estar. Es en Herish ¿Vienes?-Gabriel vio la duda en los ojos de Sam.- Te contaré lo que sé por el camino.

Juntos se encaminaron hacia la parada del autobús. En el trayecto Gabriel puso a Sam al día. Le contó como conoció a Hans, cómo llegaron a acercarse el uno al otro y cómo descubrió la verdad.

-Así que… estás saliendo con el padre de Katrina…

-¡Qué no es su padre!… Y somos… amigos.

Se bajaron del autobús a las afueras de la ciudad. Se alejaron de la autopista para tomar una carretera secundaria que llevaba hasta las ruinas de un antiguo puente. Bajo este, se encontraba una entrada a las alcantarillas de la ciudad.

-Ayúdame a levantarla.

Sam miró a Gabriel con desconfianza, pero aún así obedeció. Entre los dos levantaron la tapa dejando al descubierto un túnel vertical en el que no se veía el fin.

-Es ahí abajo.-Anunció Gabriel.

-¿Vamos a bajar ahí?-Sam señalo el tunel del que no se veía el final. Sus paredes circulares se fundían en un degradado negro infinito.

-¿Tienes miedo?-Gabriel parecía divertido.

-¡No! Pero… ¡Es una alcantarilla!

Gabriel se adelantó y saltó al interior del agujero. Sam suspiró y tras un par de maldiciones le siguió.

Delante de ellos se extendía un túnel en el que solo se oían sus propias respiraciones retumbar en las paredes esféricas. Los dos chicos atravesaron la oscuridad liderados por la linterna del móvil de Gabriel. Por suerte aquel tramo de la alcantarilla había quedado en desuso desde hacía muchos años. Cada vez la negrura era más espesa, ya no se veía el punto de luz por el que habían entrado, no podían hacer más que seguir adelante.

Tras unos minutos eternos caminando el túnel se acabó abriéndose paso un espacio que parecía ser una antigua sala de mantenimiento. Al otro lado de la misma había una puerta.

-¿Qué es eso?-Preguntó Sam.

El halo de la linterna se topó con un cartel reflectante en que se podía leer: “Panic station”

-Hemos llegado.-Anunció su compañero.

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